Después de leer el artículo sobre la polémica de “7 Cajas” en youtube. La directora de cine,Tana Shémbori, manifestó su desaprobación porque una copia de su película 7 Cajas fue puesto a internet y circula entre los usuarios. Me siento a escribir y dar una opinión personal sobre algo que creo que hay que seguir debatiendo.
El discurso de copyright está tan instalado que los dueños del copyright tienen miedo que el intercambio les robe los beneficios. Antes de empezar este artículo hay que diferenciar bien primero: trabajo es trabajo, copyright es copyright. Aquí vamos a discutir la posible renta que desea ganar “7 Cajas” a través del copyright. El producto final que genera el trabajo es copyright, por lo que el trabajo no es copyright.
¿Uno se pregunta, desde la perspectiva del derecho de autor/propiedad intelectual, reproducir en la web esta película, está mal?
En realidad hay varias clases de piratería, la piratería comercial es la piratería pura y dura y hay que combatirla, esto no lo defenderé nunca. Pero la que se comparte por P2P, o en youtube como este caso, causa un daño ambiguo mas allá que no haya lucro. Porque? Haré un ejemplo para graficarlo mejor: si robo un DVD de DJANGO de Tarantino, entonces hay un DVD menos que vender. Cada vez que tomo uno se pierde una venta. Pero en base a las cifras que da la industria del Cine, está claro que lo mismo no ocurre con las descargar. Si cada descarga/reproducción fuere una venta perdida, (se robará el beneficio al autor), entonces la industria habría sufrido una caída en ventas del 100%. Entonces la película “7 cajas” debería tener una perdida de un 100%.
Para los mas extremistas en este debate les encanta decir como lo vi en el artículo del periodico E’a – “Anda a robar un lamborghini, entonces”. La diferencia, por supuesto, es que cuando te llevas un lamborghini, habrá un auto menos para vender. Todo lo contrario ocurre con las reproducciones en internet, cuando descargas una película de la red no hay DVD, Bluray menos para vender. (la copia es infinita). Las reglas de la física de la piratería de lo intangible son diferentes de la física de la piratería de lo tangible.
Por otro lado, el mismo sistema crea este “lado oscuro” por así llamarlo, una vez que la película entra a festivales internacionales ya están en la red, es imposible atajarlo. Todos tienen acceso a las nominadas al Golden Globe, al Goya, Cannes, Oscar, o sea 7 cajas sufre la misma suerte, por lo que esto no es nada nuevo.
También es importante reflexionar el rol de Estado Paraguayo que financió a través de la Secretaría de Cultura, de la SICOM, FONDEC y otros entes estatales la película “7 Cajas”. El Estado debe ademas de apoyar estas iniciativas con dinero de los contribuyentes también darle al contribuyente la posibilidad de verlo. Una ciudadano/a contribuyente de Paso Jovai- Guaira le va costar ir al cine en la Capital Asuncena.
Comparto aquí un artículo del Abogado Lawrence Lessig sobre la piratería en el cine de su libro “Cultura Libre”, es solo para refrescar un poco la memoria de donde nace la industria del cine.
El cine nace de la piratería. La industria del cine de Hollywood fue construida por piratas en fuga. Creadores y directores emigraron desde la costa este a California a principios del siglo XX en parte para escapar de los controles de las patentes concedidas al inventor del cine, Thomas Edison. Estos controles se ejercían por medio de un “trust” de monopolio, la Compañía de Patentes de Películas (MPPC en inglés), y estaban basados en la propiedad creativa de Thomas Edison—estaban basadas en patentes. Edison formó la MPPC para ejercer los derechos que le daba esta propiedad creativa, y la MPPC era estricta en cuanto a los controles que exigía. Tal y como un comentarista cuenta parte de la historia:
En enero de 1909 se fijó una fecha límite para que todas las compañías cumplieran con la licencia. Para febrero, los proscritos sin licencia, quienes se llamaban a sí mismos los independiente, protestaron contra el trust y siguieron con su negocio sin someterse al monopolio de Edison. En el verano de 1909 el movimiento independiente estaba en su punto álgido, con productores y dueños de cines usando equipo ilegal y celuloide importado para crear su propio mercado underground.
Con el país experimentando una tremenda expansión en el número de cines, la Compañía de Patentes reaccionó contra el movimiento independiente creado una subsidiaria fuertemente armada, conocida como la Compañía General del Cine, para bloquear la entrada de independientes sin licencia. Con tácticas de coacción que se han hecho legendarias, la subsidiaria confiscó equipo ilegal, suspendió la continuidad del suministro de producto a los cines que mostraban películas sin licencia, y monopolizó de hecho la distribución con la adquisición de todos los mercados estadounidenses de películas, excepto por uno que era propiedad del independiente William Fox, quien desafiaba al Trust incluso después de que su licencia fuera revocada.
Los Napsters de aquel tiempo, los “independientes”, eran compañías como la Fox. E igual que hoy, esos independientes encontraron una fuerte resistencia. “Se interrumpieron las filmaciones con el robo de la maquinaria, y con frecuencia ocurrían ‘accidentes’ que resultaban en la pérdida de negativos, equipo, edificios y a veces vidas y miembros”. Esto condujo a que los independientes huyeran de la costa este. California estaba suficientemente lejos del alcance de Edison para que allí los cineastas pudieran piratear sus inventos sin miedo a la ley. Y esto es lo que los líderes de la industria del cine de Hollywood, con Fox a la cabeza, simplemente hicieron.
Por supuesto, California creció rápidamente, y el cumplimiento efectivo de las leyes finalmente se expandió hasta el oeste. Pero como las patentes les concedían a su dueños un monopolio verdaderamente “limitado” (sólo diecisiete años en aquella época), para cuando aparecieron suficientes policías federales las patentes ya habían expirado. Una nueva industria había nacido, en parte a partir de la piratería de la propiedad creativa de Edison.
La industria del cine tradicional está pasando por una grave crisis, y le ha declarado la guerra a Internet haciendo lobby en los congresos para crear leyes que en esencia cada vez menos apoya a la creatividad y cada vez mas protege a esta industria contra la competencia, hoy Internet.
En mi opinión deberían impulsarnos a encontrar un modo de proteger a los artistas que al mismo tiempo permita que este intercambio en Internet sobreviva.