La seguridad digital es una discusión crítica y hay que reconocer que la sociedad civil y los grupos de interés público no han sido suficientemente considerados. Como respuesta, varias organizaciones de la sociedad civil de América Latina se unieron para presentar informes que recuerdan a las entidades estatales responsables de formulación de políticas públicas que la seguridad digital debe tener en cuenta la seguridad de las personas y los derechos humanos. Hoy presentamos el primer título de la serie, Derechos humanos y seguridad digital: una pareja perfecta.
La dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones interconectadas globalmente ha puesto en el centro de la discusión la necesidad de trabajar en políticas y/o estrategias nacionales de seguridad digital. Siendo la seguridad digital una discusión cada vez más crítica, hay que reconocer que la sociedad civil y los grupos de interés público no han sido suficientemente considerados, algo que desequilibra el debate y lo ubica en un tema enfocado en los sistemas o vagos conceptos de seguridad nacional, en lugar de las personas.
Sin embargo, la seguridad digital está intrínsecamente relacionada con las personas, pues la forma en cómo se definen e implementan las políticas de regulación del comportamiento en línea y la seguridad de la información, tienen profundas implicaciones para los derechos humanos, en especial la privacidad, la libertad de expresión o la libre asociación.
Con el ánimo de aportar a los esfuerzos de la Organización de Estados Americanos (OEA) de acompañamiento a los Estados de la región en la elaboración de políticas o estrategias nacionales de seguridad digital, un grupo de organizaciones de la sociedad civil presentamos en 2016 una declaración de principios sobre el tema. El objetivo fue ofrecer unas guías mínimas a tener en cuenta en estos procesos de construcción de políticas o estrategias. En su primer principio y para enmarcar la discusión, el texto de la Declaración propone:
Alinear cualquier estrategia de seguridad digital con los marcos legales de derechos humanos de cada país, del sistema interamericano y de estándares internacionales como los descritos en los Principios Internacionales sobre la Aplicación de los Derechos Humanos a la Vigilancia de las Comunicaciones, dando especial relevancia a la protección y garantía al ejercicio de los derechos a la libertad de expresión, a la privacidad y a la libre asociación […]
Estamos convencidos que tal enfoque es fundamental para recordar a las entidades estatales responsables de formulación de políticas públicas que la seguridad digital debe tener en cuenta la seguridad de las personas y los derechos humanos. Solo así tendremos políticas de seguridad digital diseñadas para respetar los derechos humanos. Por ello, este año las organizaciones TEDIC de Paraguay, la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) de Argentina y la Fundación Karisma de Colombia, con el apoyo de Privacy International y Ford Foundation, presentan la serie de informes Análisis de políticas sobre ciberseguridad y derechos humanos en Latinoamérica, que incluye tres reportes de investigación realizados por Amalia Toledo, Maricarmen Sequera y Leandro Ucciferri.
Hoy les presentamos el primer título de la serie: Derechos humanos y seguridad digital: una pareja perfecta. En este informe ampliamos los principios con explicaciones más amplias y recomendaciones de acciones concretas de pasos a seguir para guiar el desarrollo de políticas o estrategias nacionales de seguridad digital hacia el respeto y la protección de los derechos humanos. A su vez, intentamos ofrecer una visión que ayude a enfrentar los desafíos que los cambios tecnológicos plantean para los Estados y su desarrollo socioeconómico.
Descargá el primer informe de esta pareja perfecta.
Y… si tienes seis minutos libres, te invitamos a escuchar el podcast sobre este informe.
¡Guau!, creo que es un artículo brillante, ideal para ser estudiado en las escuelas o en cualquier tertulia de café, propio para fomentar debates enriquecedores: pone las bases de la discusión, brinda los ejemplos, desmenuza los casos y propone las formas de cuestionar esa realidad que se nos ha pintado como infalible: el blanco es bueno, el negro malo. El tema de la verdad y de qué es la realidad son los temas que por excelencia arrastramos desde los albores de la humanidad. Lo interesante es que se trata de discusiones vigentes porque no encontramos soluciones satisfactorias. Sin embargo, llevar este tema a un problema concreto del mundo actual, y reflexionar sobre las verdades que nos inculcan y que aceptamos acríticamente sin cuestionar absolutamente nada, abre el abanico de posibilidades: ver la realidad de otro color Parece que nos estamos convirtiendo en completos autómatas, incluso, hemos aceptado que «pensamos cuando no lo hacemos en lo absoluto. Creemos que somos críticos pero nos bebemos frases «el socialismo es malo sin abrir los ojos. Más curioso es que nos creemos intelectuales y racionales porque citamos a CNN (y los otros), creyendo que por eso, contamos con la verdad última de las cosas del mundo, sin preguntarnos por un segundo: ¿y a qué intereses responde esta cadena informativa? De hacerlo, sabríamos que hemos sido estúpidos. Creo que el artículo es genial. Se presta muchísimo a la amplitud de miras, discusión y debate. Lo compartiré.