
En las últimas décadas, el uso masivo de la tecnología ha permeado diversas esferas de la vida, incluyendo las dimensiones políticas, económicas, sociales y culturales. La decisiones de los Estados para impulsar la digitalización de sus instituciones han sido cruciales y la llegada de la Inteligencia Artificial (IA) ha presentado grandes desafíos. En este contexto, ha aumentado el interés global por definir qué es la IA.
El término Inteligencia Artificial surgió en el año 1956 al finalizar la Segunda Guerra Mundial como una preocupación del campo industrial, político y académico (Puyana, 2019). La IA se refiere a la capacidad de las máquinas, sistemas informáticos, aplicaciones y algoritmos, de realizar tareas que comúnmente requieren inteligencia humana. La realización de tareas se nutre de la carga de datos referidas a experiencias y estas posibilitan que la IA pueda razonar, entender lenguajes, resolver problemas, predecir y tomar decisiones.
La IA implica un conjunto de tecnologías de procesamiento de información que utilizan modelos y algoritmos para desarrollar capacidades de aprendizaje y realizar tareas cognitivas, lo que resulta en predicciones y toma de decisiones en entornos virtuales (UNESCO, 2021). También se la define como un sistema basado en máquinas, diseñado para operar con distintos niveles de autonomía, capaz de generar resultados como predicciones, recomendaciones o decisiones que impactan en entornos físicos o virtuales (Unión Europea, 2018). Son sistemas basados en máquinas que, para un conjunto de objetivos definidos por humanos, pueden formular predicciones, recomendaciones o decisiones que afectan tanto a entornos reales como virtuales (OCDE/CAF, 2022).
La capacidad de la IA de valerse de cálculos matemático-estadísticos para identificar patrones, generar tipologías y predecir comportamientos depende de la disponibilidad, clasificación y etiquetado del dato, de modelos algorítmicos responsables de los cálculos, del funcionamiento de la interfaz para interactuar con personas usuarias o con otros sistemas y el funcionamiento de toda una infraestructura física relacionada con las telecomunicaciones (Venturini, 2024).
Desde hace varios años se dan diferentes proyecciones en cuanto al desarrollo de las sociedades a partir del uso de la IA y su resultante de prosperidad o de crisis. Se habla de que gracias a esta tecnología se podría facilitar el crecimiento de múltiples industrias que generarían una producción de riquezas sin precedentes a través de la automatización de tareas y procesos, como un complemento que potencia y fortalece el trabajo humano (Corvalán, 2019). Sin embargo, esta situación podría conllevar el reemplazo de determinados empleos, elevar la polarización salarial, precarizar el empleo y acrecentar las brechas de desigualdad (Puyana, 2019; García, 2023).
Investigación y Redacción: Maricarmen Sequera y Mariela Cuevas