
¿Sabías que una tecnología puede dejarte fuera de la cancha?
¿Qué hay detrás de tanta tecnología de vigilancia? Ya tenemos la cédula de identidad que nos provee el Estado paraguayo para identificarnos. ¿No son suficientes los controles en las entradas para revisar nuestros bolsillos y mochilas, evitando que algún objeto sospechoso ingrese a la cancha? Es hora de pensar en sistemas de control menos intrusivos y cambiar el foco
de la discusión sobre la seguridad. Las cámaras, por sí solas, no resuelven ningún problema.
El primer riesgo con los sistemas de reconocimiento facial en los estadios es que los patrones o datos biométricos de nuestra cara se confundan con los de otra persona. Imaginate no poder disfrutar del partido de tu equipo de fútbol favorito porque te niegan la entrada y, luego, tener que pasar horas de interrogatorios para aclarar tu identidad. ¡Qué bajón!
Es el Estado quien debe formular y robustecer políticas de privacidad de nuestros datos. No se trata solo de vigilar, sino de proteger nuestros derechos y nuestra privacidad mientras disfrutamos de los eventos deportivos.
¡Que la promesa de seguridad no signifique sacrificar nuestra libertad!
¿Y la albirroja cómo anda? En Paraguay aparecieron primero las cámaras de reconocimiento facial en los estadios y, meses después, vino la ley. Desde el 2024, Paraguay cuenta con la ley 7269/24 de prevención, control y erradicación de la violencia en el deporte. En su artículo 3 se crea el registro nacional de eventos deportivos (RENAED), institución que estará a cargo del Ministerio del Interior. El empadronamiento en este registro es obligatorio para todas las personas, incluyendo niños y niñas, que quiera asistir
a cualquier tipo de evento (ya sea un partido de fútbol o un concierto) que se realice en estas canchas y estadios.
Descargá nuestro fanzine para conocer, paso a paso, qué hacer ante posibles fallos de esta tecnología en las canchas.