El Índice Global sobre Inteligencia Artificial Responsable es una iniciativa que evaluá y compara las regulaciones sobre inteligencia artificial en diferentes países. Su objetivo es identificar buenas prácticas y áreas de mejora en la gobernanza de la IA, promoviendo regulaciones sólidas y enfoques equitativos para asegurar el desarrollo y uso responsable de la inteligencia artificial a nivel mundial. En América Latina, la coordinación del índice fue realizada por la Iniciativa Latinoamericana por los Datos Abiertos (ILDA). El capítulo paraguayo del Índice Global sobre IA Responsable, estuvo a cargo de TEDIC bajo la coordinación de Maricarmen Sequera y la asistencia de Antonia Bogado. Este análisis ofrece una perspectiva sobre el estado actual de las regulaciones relacionadas con la gobernanza de Internet y sus desafíos futuros para nuestro país. Además, subraya la importancia de adoptar medidas responsables en el ámbito de la IA, especialmente en nuestro contexto nacional, con el fin de asegurar que el desarrollo tecnológico beneficie a toda la sociedad de manera justa y segura.
Hallazgos clave del Índice Global sobre IA responsable
Entre los hallazgos del Índice se subrayan varios puntos críticos, tres de los cuales son especialmente reveladores:
1. La gobernanza de la IA no se traduce necesariamente en una IA responsable: Aunque el 39% de los países evaluados poseen estrategias nacionales de Inteligencia Artificial, la mayoría de estas estrategias carecen de principios de IA responsable. Esto significa que, en muchos casos, la gobernanza de la IA sigue siendo una idea más que una práctica, fallando en asegurar la implementación ética y responsable de estas tecnologías.
2. Cooperación internacional como piedra angular de la IA responsable: Los esfuerzos de la UNESCO han sido fundamentales en el desarrollo de capacidades para una IA responsable a nivel nacional. Muchos países adoptaron la recomendación de la UNESCO sobre Ética en IA y se comprometieron con sus herramientas de implementación, subrayando la importancia de la colaboración multilateral.
3. Brecha crítica en la igualdad de género en IA: A pesar de una creciente conciencia sobre la necesidad de igualdad de género en el campo de la IA, pocos países lograron avances significativos para asegurar que mujeres y otras identidades históricamente vulneradas no sean afectadas negativamente por estas tecnologías. Solo 24 de los países evaluados tienen marcos regulatorios que abordan esta problemática.
El contexto de América Latina y Paraguay
En América Latina, aunque existen esfuerzos para establecer marcos regulatorios específicos que regulen la Inteligencia Artificial y promuevan una colaboración intersectorial, aún queda un largo camino por recorrer. La región reconoce la importancia de abordar los desafíos éticos de esta tecnología y el impacto que la misma tiene en los derechos humanos, resaltando la necesidad de fortalecer la coordinación regional y fomentar enfoques equitativos y responsables en su regulación.
Para Paraguay, el desafío es aún mayor. De los 138 países analizados, Paraguay se encuentra en el puesto 84, con un puntaje de 6,33 sobre 100. Entre los numerosos puntos en contra, la ausencia de una ley de protección de datos personales coloca al país en una posición desfavorable, dotando a nuestro país con una puntuación de 0 en el componente de marcos gubernamentales. Aunque a nivel nacional existen iniciativas aisladas en el sector privado, la falta de un marco legal cohesivo y de políticas institucionales organizadas entre entidades estatales limita el progreso en la gobernanza de IA.
Hacia una política de IA responsable en Paraguay
En Paraguay, el camino hacia una IA responsable es desafiante pero necesario. Esto será positivo siempre y cuando el Estado esté dispuesto en trabajar con el apoyo de la sociedad civil organizada, la academia, el sector privado y la comunidad técnica. Solo así el país puede avanzar hacia una gobernanza de IA que promueva el bienestar y la justicia para todas las personas. El gran desafío para Paraguay es diseñar y aplicar una política que cumpla con los estándares de derechos humanos. Para lograr esto, el primer gran paso sería sancionar la ley de protección integral de datos personales que aún se encuentra sin tratamiento desde el 2021 en el Congreso
Nacional. Además, el Estado debe garantizar el cumplimiento real de los derechos humanos bajo los principios de «Responsible AI Governance». Esta política debe ser integral, vinculante y basada en principios éticos sólidos, para asegurar que la IA se desarrolle y utilice de manera que beneficie a toda la sociedad.