[Lanzamiento de investigación] Tecnología y Derechos Humanos en zona de fronteras

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Debido a  la creciente tendencia de implementación de políticas de securitización con un fuerte componente digital, TEDIC y Data Privacy Brasil han desarrollado una serie de acciones con miras a generar un mayor escrutinio -con perspectiva de derechos humanos- en la implementación de tecnologías de vigilancia desplegadas en la zona de la Triple Frontera para fines de seguridad pública y migración.

El interés de las organizaciones surge de una investigación realizada el año pasado que buscó entender la implementación y el grado de involucramiento de distintos actores públicos y privados en el programa denominado Centro Integrado de Operaciones de Frontera (CIOF). Este es un programa de seguridad pública brasileño cuyo objetivo es combatir al crimen organizado transnacional e integrar representantes de diversas agencias de seguridad pública para centralizar la información bajo un mismo techo.

El presente trabajo se constituye en una ampliación de la investigación del año pasado, centrándose ahora en dos nuevos programas de seguridad y tecnología en la región. La investigación buscó caracterizar dos programas de seguridad y las narrativas que los rodean, así como determinar la utilidad real de los mismos para los objetivos que pretenden cumplir: Muralha Inteligente (Brasil) y el Sistema Migratorio Automatizado de Reconocimiento Facial – SMARF (Paraguay).

Muralha Inteligente es un programa cuyo objetivo es implantar, investigar y desarrollar soluciones tecnológicas inteligentes para combatir mejor el contrabando, la malversación y el tráfico de armas y drogas en la Triple Frontera. Muralha Inteligente es uno de los brazos de un proyecto más amplio llamado «Fronteira Tech» un programa de vigilancia de fronteras que promueve el uso de tecnologías digitales con un enfoque de seguridad pública.

El SMARF es una nueva tecnología de control migratorio implementada por el gobierno paraguayo, que comenzó en 2020. Consiste en un mecanismo automatizado de registro de personas que se desplazan a través de las fronteras basado en el reconocimiento facial. Inicialmente se desplegó en la zona de la Triple Frontera, del lado paraguayo, y luego se trasladó al Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. 

Entre los principales hallazgos de la investigación:

  • En la implementación de tecnologías digitales para el control de fronteras predomina la narrativa de la eficiencia y la rapidez. Dicha eficiencia es un valor absoluto que tiende a ignorar un debate abierto para identificar el riesgo de violaciones de los derechos humanos y mitigarlas según corresponda.
  • Ninguno de los dos programas desarrolla Evaluaciones de Impacto sobre los Derechos Humanos (EIDH). En el caso del programa Muralha Inteligente, no hubo mapeo de posibles riesgos para los derechos humanos dentro del proyecto. En el caso del SMARF, hay duda respecto a la necesidad de las EIDH dado que ya existen iniciativas similares, por lo que la implementación de herramientas como esta es considerada redundante por la Dirección General de Migraciones.
  • Ninguno de los dos programas cuenta con políticas de privacidad.
  • Si bien algunas instituciones de ambos países respondieron a las solicitudes de FOIAs de manera exhaustiva, aún existe el componente de falta de transparencia que caracteriza a ambas investigaciones. Por parte del lado brasileño, la justificación está sustentada en el argumento de que «la seguridad nacional merece confidencialidad». Por el lado paraguayo, existe la necesidad de optimizar la manera en que las políticas públicas con componentes digitales puedan ser rastreadas en todo momento y no necesariamente solo a pedido de personas interesadas en el tema.
  • Con relación a las políticas migratorias con componentes digitales del lado paraguayo, existe la disposición institucional de desarrollar un sistema biométrico propio para independizarse del mantenimiento del actual sistema biométrico PIRS-MIDAS, el cual es un sistema biométrico migratorio provisto por la Organización Internacional para las Migraciones.

El trabajo ha sido posible gracias al apoyo de la organización Privacy International.

¡Leé la investigación completa aquí!